Miles de cosas se han dicho y escrito sobre las etiquetas sexuales y por su extensa variedad de prácticas. Intentaré explicar mi situación y qué pienso sobre ellas.
Lo más seguro es que confunda sexualidades, prácticas y formas de vida. Esto es debido al batiburrillo que tengo en la cabeza y a mi inutilidad en esto de escribir; disculpad las molestias.
¿Y tu de quién/qué eres? Si me hacen esa pregunta estaría un buen rato pensando sin llegar al final a una contestación breve. Dejando a un lado a la gente vainilla (mira, otra etiqueta), alabo y envidio a las personas que tienen clara su vida y se pueden definir a sí mismas de una forma breve y concisa. Por suerte o desgracia no es mi caso y supongo que habría que crear un enorme gráfico partido en miles de secciones para intentar definirme.
Puede ser un problema mío, pero hay ciertas variables que influyen en esa definición: estado de ánimo, contexto, quién me rodea, etc...
Heteroflexibilidad, bicuriosidad, pansexualidad, disforia de género (todavía es considerado un trastorno en el siglo XXI), ¿sissy?. Durante mucho tiempo me pregunté dónde encajaba en este dichoso puzle. Un conjunto de letras nunca va a reflejar la realidad; las palabras encasillan y hay que tener bastante cuidado a la hora de utilizarlas. Parecía como si estuviera buscando un diagnóstico a una enfermedad.
La conclusión a la que he llegado es que no soy ninguna pieza de cartón ni tengo que hacer ningún ejercicio de contorsionismo para intentar encajar en ese rompecabezas. Soy yo, es lo que hay. Dependo de la temperatura, del contexto, del estado y de la compañía. ¿Por qué? Por que quiero. Bienvenidos la maravilloso mundo del ser humano.
Respecto a las prácticas tengo que escribir algo aparte y así no me desvío del tema de esta entrada. En el blog quería escribir principalmente acerca del BDSM; cómo lo veo y la atracción que me produce. Mi práctica tiende a cero, espero no ofender a nadie.
besos
Heteroflexibilidad, bicuriosidad, pansexualidad, disforia de género (todavía es considerado un trastorno en el siglo XXI), ¿sissy?. Durante mucho tiempo me pregunté dónde encajaba en este dichoso puzle. Un conjunto de letras nunca va a reflejar la realidad; las palabras encasillan y hay que tener bastante cuidado a la hora de utilizarlas. Parecía como si estuviera buscando un diagnóstico a una enfermedad.
La conclusión a la que he llegado es que no soy ninguna pieza de cartón ni tengo que hacer ningún ejercicio de contorsionismo para intentar encajar en ese rompecabezas. Soy yo, es lo que hay. Dependo de la temperatura, del contexto, del estado y de la compañía. ¿Por qué? Por que quiero. Bienvenidos la maravilloso mundo del ser humano.
Respecto a las prácticas tengo que escribir algo aparte y así no me desvío del tema de esta entrada. En el blog quería escribir principalmente acerca del BDSM; cómo lo veo y la atracción que me produce. Mi práctica tiende a cero, espero no ofender a nadie.
besos
No te menosprecies, a mi me gusta cómo escribes. Y en cuanto a etiquetas... cada uno es como es, con etiquetas o sin ellas. ¿Acaso todo aquél que se autoproclama Dominante lo es, es que todos los que alardean de sumisión son sinceros? ;)
ResponderEliminarGracias!, no es menosprecio es la realidad :)
EliminarTienes toda la razón, de hecho creo que en ocasiones es más fácil ver cómo es otra persona que a una misma (siempre que la conozcas lo suficiente claro). Aunque sea inconscientemente, tendemos a distorsionar la realidad cuando nos describimos y ya no hablo de los casos cuando nos engañamos a nosotros mismos. Sin embargo, esto es generalizar y eso no me gusta.
Algún día escribiré dos frases seguidas que no se contradigan entre ellas ;)